Si pasea por cualquier ciudad occidental hoy día, no tardará mucho en ver a un perro. Se espera que estos animales domesticados puedan moverse fácilmente por aceras, calles y otros elementos fundamentales de nuestro entorno urbano. Pero, ¿y si nuestras ciudades se hubieran modelado en respuesta a nuestra convivencia con los perros más de lo que nos imaginamos? Esta obra audaz ofrece una convincente demostración histórica de que las relaciones humano-caninas fueron un factor crucial en la formación de la vida urbana moderna y que las reacciones humanas hacia los perros han conformado y remodelado significativamente las ciudades occidentales contemporáneas hasta puntos insospechados Dogópolis descubre una sorprendente fuente de innovación urbana: las relaciones entre los humanos y los perros. La inmemorial relación entre los cánidos y los humanos ha dado lugar a un modelo occidental de relaciones entre ambos en la que se definía cómo los perros urbanos debían convivir con los humanos de una manera civilizada, segura y saludable. Así, los perros y los humanos se mezclaron en estas urbes que habitaban y que se expandían y desarrollaban rápidamente. Los perros acabaron integrándose en la vida de la ciudad de acuerdo con los valores emocionales de la clase media, centrados en el rechazo a la suciedad, el miedo al vagabundeo, el temor a la criminalidad y el cultivo de sentimientos humanitarios. “Extraviados, mordiendo, sufriendo, pensando, defecando, los perros de París, Londres y Nueva York fueron actores centrales en la creación de la experiencia urbana moderna. Dogópolis es su historia, compartida entre animales y humanos de clase media cuyas emociones ambivalentes cobran vida en este maravillosos libro”. Peter Sahlins. “Un libro bellamente presentado con una voz histórica evocadora, con gran confianza y estilo. También es muy divertido de leer. Pearson ofrece un tesoro de detalles sobre las vidas compartidas de humanos y perros”. Nel Pemberton. “Ayuda a explicar por qué tratamos a los perros de la forma en que lo hacemos, y cómo los habitantes de las ciudades, en particular, han llegado a definirse a sí mismos en relación con los no humanos”. Suplemento Literario de The Times. “Deslumbrante y elegantemente escrito, demuestra de manera irrefutable que los perros son buenos para pensar. Nos lleva en un viaje todo, desde los mimos hasta los amordazamientos, perros rabiosos, dueños cariñosos, perreras y cementerios de mascotas”. Colin Jones.
By her own account, Peggy O'Neale Timberlake was “frivolous, wayward, [and] passionate.” While still married to a naval oflicer away on duty ...
... had married the widowed daughter of a Washington tavern keeper. By her own account, Peggy O'Neale Timberlake was “frivolous, wayward, [and] passionate.
... Bill, Kennedy, Jacqueline, Kennedy, John F., Kidd, Albert and Elizabeth, Kieran Timberlake (architects), Kilpatrick, John, Kirkland, William, Kissinger, ...
... 195–196, 361; abolishing of, 257 Ticonderoga fort, 157, 169 Tilden, Samuel J., 524 Timberlake, Peggy O'Neale, 301 Timbuktu, Mali, Sankore Mosque in, ...
By her own account, Peggy O'Neale Timberlake was “frivolous, wayward, [and] passionate.” While still married to a naval officer away on duty, ...
Timberlake, p. 8 (9–10). 2. Timberlake, p. 36 (70). 3. Hoig, p. 45; Kelly, p. 22; Timberlake, p. 37 (72–73). 4. Alderman, p. 6; Timberlake, p.
Timberlake, S. 2002. 'Ancient prospection for metals and modern prospection for ancient mines: the evidence for Bronze Age mining within the British Isles', ...
hadn't known Timberlake until the two moved in together. Kathy had worked at a series of jobs, including electronics assembler and a dancer in a bar, ...
Terrill, Philip, killed Thompson, William S. Timberlake, George, wounded. Timberlake, Harry. Timberlake, J. H., wounded. Timberlake, J. L., wounded.
As the caretaker of the clubhouse, Timberlake was furnished living quarters on the second floor. Around 8:00 p.m., he descended into the basement for the ...