Este libro es un libro único. Y lo es porque en el mundo no existe, que sepamos, ningún otro libro que se ocupe del protocolo oficial internacional en el sentido puro del término. Cualquier lector que coja un libro de protocolo internacional podrá comprobar que lo que se incluye en su interior es de todo menos protocolo. Se encontrará con normas de educación, pero sobre todo lo que encontrará son usos sociales internacionales, es decir, cómo las diferentes culturas regulan aspectos que tienen carácter de normas sociales y que por ello no se encuentran escritas como son los saludos, las presentaciones, o el comportamiento en público, buenas maneras y urbanidad incluidas. Son normas que regulan la actuación de las personas en público pero que carecen de cualquier otra sancionabilidad a su contravención que el rechazo social, ya que aspectos como la etiqueta, los modales o actuación en diversas situaciones, especialmente, por ejemplo, en la mesa, no son normas universales, sino que tienen un profundo trasfondo cultural, mezclado en muchos países con elementos religiosos, lo que dificulta su conocimiento. Sin quitar el mérito a estos otros libros y su utilidad en ámbitos como el empresarial, es indudable que el término “protocolo internacional”, no está bien elegido en estos casos. En este sentido es por lo que antes manifestaba categóricamente que este es un libro único. Este libro trata de lo que jurídicamente entendemos que es el protocolo en puridad: un conjunto de normas jurídicas, usos y costumbres que regulan o determinan la forma en que se realizan los actos oficiales de las instituciones del Estado. Ese conjunto de normas varía de un país a otro, porque en el fondo de lo que estamos tratando es del Protocolo del Estado, la más genuina manifestación del protocolo: cómo han regulado las instituciones político-administrativas de un determinado país su visibilidad ante la ciudadanía y ante otros Estados. Ahondado pues un poco más, el protocolo internacional reviste una doble vertiente que debe ser diferenciada: de una parte, el protocolo oficial internacional en cuanto protocolo institucional de los Estados de la comunidad internacional; y de otra, el propio protocolo de los organismos internacionales existentes en el mundo, del que no se ocupa este volumen, pero que también hay que tener en cuenta y cualquier especialista o experto en protocolo debe conocer. Quizás en ello radique precisamente la dificultad del tema a tratar y el mismo hecho limitante de la no proliferación de libros de protocolo internacional dado que es prácticamente imposible un texto escrito que recoja todas y cada una de las manifestaciones normativas específicas de todos los Estados del mundo. Por ello este libro necesariamente lleva una delimitación, pues el autor, a la hora de seleccionar se planteó poner una demarcación que hiciera que la muestra fuera lo suficientemente amplia y a la vez lo suficientemente selectiva para que fuese lo especialmente útil para consolidar su utilización y su utilidad. La opción del autor fue la brillante idea de limitarlo a los países del G20. Se trata de una muestra lo suficientemente amplia y a la vez justificativa que permitiera extraer un amplio elenco que pudiera dar validez a su investigación. Así, los países escogidos son, por orden alfabético: Alemania. Arabia Saudí. Argentina. Australia Brasil. Canadá. China. Corea. Estados Unidos. Francia. India Indonesia Italia Japon. México. Reino Unido. Rusia. Sudáfrica. Turquía. De esa manera en el presente libro se habla del Protocolo de Estado o Protocolo oficial -utilizando una terminología más esclarecedora para el público español, dado que el término “oficial” no es utilizado por otros países-. Pero este libro está condenado a tener un gran éxito y a traspasar nuestras fronteras dado que, del profundo esfuerzo de investigación y síntesis realizado, podrán beneficiarse todos los países del mundo de ahí que le auguremos un gran éxito. Conocemos perfectamente el profundo esfuerzo realizado por el autor para compendiar una normativa no sólo tan dispersa como la presente, dado la amplitud de elementos objeto de investigación, sino en ocasiones tan difícilmente conseguible, dado que muchos países ni siquiera cuentan con normas escritas, sino que es la tradición o costumbre la que establece, por ejemplo, la ordenación de precedencias en muchos de los Estados contrastados. Por ello el autor ha tenido que contactar en muchas ocasiones con responsables de múltiples Embajadas y Ministerios de Asuntos Exteriores, cosa que no siempre supone una buena receptividad y en muchas no se reciben respuestas. Por ello también, y aunque el autor ha tratado de agrupar los elementos que consideramos que conforman el protocolo oficial de un país – precedencias, presidencias, clasificación de los actos, simbología oficial (bandera, escudo e himno), y algunas de las ceremonias de Estado principales, no siempre ha sido posible reflejar todos estos elementos. Pero de lo que si estamos seguros es de que hay un antes y un después de este libro que será utilizado como libro de cabecera por muchos diplomáticos, y, por qué no, por muchos empresarios que vayan a entablar negociaciones que impliquen a altas esferas. Dra. Dolores del Mar Sánchez-González Catedrática de la Facultad de Derecho de la UNED
Timberlake, Jeffrey M., AaronJ. Howell, and Amanda Staight. 2011. “Trends in the Suburbaniza— tion of Racial/ Ethnic Groups in U.S. Metropolitan Areas, ...
For example , on January 12 , 1972 , the newly - formed Timberlake Advising Boardcomposed of people from TVA , Boeing , various state agencies , and local ...
In 1816, Margaret married John Timberlake, a ship's purser in the U.S. Navy, but her conduct continued to be criticized. According to local gossip, ...
Clark, Deliver Us From Evil, 218-23; Bonnie and Whitebread, The Marihuana Conviction, 5-15, 28, 32-45; Timberlake, Prohibition and the Progressive Movement, ...
Nor was it to actasa centralized depository, an officeof discountfor commercialbanks, ora lender of last resort” (Timberlake 1978, p. 4).
Richard Timberlake likewise thought Friedman was a “scintillating teacher” (Timberlake 1999, 22). Finally, Becker noted that “no course had anywhere near ...
Ideology, Public Policy and the Assault on the Common Good William E. Hudson ... 191 Timberlake, Justin, 88 Tocqueville, Alexis de, 26 Townsend, Francis, ...
Krauss, Melvyn B., and Edward P. Lazear, eds. 1991. Searching for Alternatives: Drug-Control ... Paul, Randolph E. 1954. ... Timberlake, James, H. 1963.
Richard H. Timberlake, The Origins of Central Banking in the United States ... Industrial Policy, and Rational Ignorance,” in Claude E. Barfield and William ...
It 's like when someone judges you that way, and I know it 's because I 'm ... the one 's they judge and criticize have to deal with the pain they cause?