«Me quedo estupefacto ante tanta maravilla, un fascinante trabajo fuera de toda evaluación, algo verdaderamente extraordinario. FASTUOSO. Entro en el Gabinete y no encuentro modo de salir, no en vano es una propuesta tan laberíntica como infinita». Luis Mateo Díez Un paseo por las bibliotecas que pueblan las narraciones que nos han hecho «vivir, morir, tal vez soñar…». «Emerson dijo que una biblioteca es un gabinete mágico en el que hay muchos espíritus hechizados». En este libro de las bibliotecas imaginarias, que no puede estar acabado porque en rigor sería inacabable, se han recogido unas cuantas docenas que andaban dispersas por el largo y espacioso campo de las letras. Desde que aquella vez entramos en la biblioteca de don Quijote para averiguar las razones de su locura, y nos vimos sorprendidos por libros que poco tenían que ver con los de caballería, que en teoría le habían vuelto el juicio —poesía, cancioneros, epopeyas, novelas pastoriles—, los libros y las bibliotecas han poblado las narraciones que nos han hecho vivir, morir, tal vez soñar… Ha habido libros que solo servían de adorno y otros que, como talismanes, acompañaron en vida y muerte a sus dueños; bibliotecas liberadoras, refugio de desdichados, y otras, en manos inclementes, perturbadoras del género humano; ha habido bibliotecarios fanáticos, pero también amparo de pobres y consuelo de afligidos… Hubo libros, hubo bibliotecas, noche primera. Las que parecían dignas de «felice recordación» por su hechizo, su rareza, su simpatía, su capricho o sencillamente su obviedad están en este libro. Todas vienen a ser imaginarias, aunque los libros no lo sean (o no siempre). Son —podría haberlo escrito en su diario el protagonista de La náusea— «como héroes de novela: se han lavado del pecado de existir». La biblioteca de la abadía sin nombre (UMBERTO ECO) – La biblioteca de don Quijote (MIGUEL DE CERVANTES) – La biblioteca de Salvo Montalbano (ANDREA CAMILLERI) – La biblioteca privada de Sherlock Holmes (ARTHUR CONAN DOYLE) – La biblioteca del Maniobrador de Grúas (MANUEL RIVAS) – La biblioteca de Bastián (MICHAEL ENDE) – La biblioteca de Manuel (ANTONIO MUÑOZ MOLINA) – La biblioteca del coronel Bantry (AGATHA CHRISTIE) – La biblioteca de don Avelino (PÍO BAROJA) – La biblioteca de Mr. Shandy (LAURENCE STERNE) – La biblioteca de Nino Pérez Ríos (ALMUDENA GRANDES) – La biblioteca del cementerio de los libros olvidados (CARLOS RUIZ ZAFÓN) – La biblioteca de Babel (JORGE LUIS BORGES)… Más de setenta bibliotecas imaginarias que componen un recorrido particular por la historia de la literatura universal.
ossession:-amā'the “oise: , ś head'ail but lying under her as deadly, ... seemed to undes stand, exactly how to deal with conceited death 's head.
Similarly , Nadja in " Word for Word " is reluctant to call Mr. Frankel by his first name , Ludwig , an act which would signal an acceptance of his appropriateness for her , since Ludwig — like Robert , Ernst , Fritz , Erich , Franz ...
Ellen went to Mrs. Donahue's house for help and Pius was soon hurrying to St. Lucy to telephone for a doctor. When Pius returned he brought the Carriers who remained all night. Bill and Pius helped the doctor set the bone and bind in ...
The mother was on Donahue. 60 Minutes did the doc and they'll repeat the news at ten. People dying, people killing, people crying— you can see it all on TV. Reality is really on TV. It's just another way to see— starvation in North ...
Philip P. Wiener . New York : Charles Scribner's Sons , 1973 . Plato . Plato : The Symposium . Trans . and ed . Alexander Nehemas and Paul Woodruff . Indianapolis : Hackett Publishing Company , 1989 . Plummer , Kenneth , ed .
When the credits started to roll and Carmen, needing her meds and cigarettes, handed Ryan her car keys, Mary Ellen stared in disbelief. “She's giving him her keys!” she thought, eyeing Pepe, trying to catch his attention because he knew ...
Here she debuts a provocative new story written especially for this series.
We make our way slowly into the assembly hall, where 26 identical pillars cut from one rock line the sides. A fat stupa cut of the same rock stands at the innermost part of the hall; 20 feet high, it's shaped like an overturned bowl ...
... 126 , 134 174 , 203 , 211 , 212 , 216 Theodorides , Aristide , 93 Wiseman , D. J. , 50 , 51 , 67 , Thomas , D. Winton , 170 , 84 , 85 , 89 , 93 , 170 , 200 171 , 200 Thompson , R. Campbell , Wolf , Herbert , 126 22 , 47 , 113 Wright ...
Everyone seems to have got something out of the speeches, the Metaphysical Revolution was declared, and Shelley's wind is now scattering “sparks, my words among mankind” (the passage Kathleen Raine quoted). We now hope it translates ...