Tres hilos temáticos conforman esta novela de Juan León Mera: el amor, el indio y la selva. El subtítulo lo advierte y la narración se perfila entre pasiones, huidas, persecuciones y sacrificios. Novela fundadora de la narrativa ecuatoriana, Cumandá es también ejemplar heredera de la tradición romántica latinoamericana. A su manera, le da continuidad y la reorganiza, y así el amor imposible de una india y un blanco se engarza con la figura del buen salvaje; y juntos abren el universo sublime y misterioso de la selva. No falta la intriga, tampoco la sorpresa. Aquí están los ecos de esas mujeres imaginadas en María de Jorge Isaacs, en Cecilia de Cirilo Villaverde o en Amalia de José Marmol, en cuyos cuerpo se pergeñaban proyectos biopolíticos y programas civilizatorios. Pero también encontramos un diálogo con los textos de aquellos exploradores a la vez admirados y aterrados frente a la naturaleza americana, con las crónicas del Nuevo Mundo y con las Tradiciones, esas ingeniosas reconstrucciones del pasado que Ricardo Palma llevó a su cúspide. No son menos interesantes los modos en que Juan León Mera impugna las teorías sobre la inferioridad del indio (Buffon, Montesquieu, Robertson, Domingo Faustino Sarmiento o José Ingenieros) y a la vez pone en jaque todas aquellas concepciones de origen roussoniano, que enarbolaban al indio como un otro deseado y lo convertían en estandarte que aseguraba el sueño colonial de América como un lugar ideal, virgen e impoluto. Queda por decidir si Cumandá se ubica a caballo entre una corriente indianista que insiste en una imagen exótica, decorativa y folclórica del indio, y una corriente indigenista que lo pone en el centro del escenario, le da voz y se hace eco de su complejo universo cultural. En todo caso, esta novela reúne muchas de las interrogantes que han acompañado y aún acompañan el devenir de Ecuador y de América Latina: los proyectos de Modernidad y sus dificultades, la identidad nacional y sus homogeneizaciones, la problemática del indio y la confluencia de razas y culturas, la modernización y capitalización de las economías locales, la gobernabilidad y el biopoder, la naturaleza y la gestión ecológica.
Ryan's photograph had been replaced with Justin Timberlake's. "Get in Synch with Justin on Earthly Pleasures," read the caption. “What are you gaping at?
Just like I know Justin Timberlake. I met him once. But I don't know him.” He nodded. “He's in the business. Geez, you people. So now the police are going ...
There was one sexy Maxwell hit after the next, a few Lionel Richie classics, some— thing by India.Arie and Justin Timberlake, and, of course, John Legend.
A few years ago the department hosted a lip-sync challenge to a Justin Timberlake song, and nearly a hundred community members took part in the video.
... Timberlake's cat and how she climbs up the curtains,” Corrie offered. Kyle looked entranced by that idea. Sam had just reached the doorway when Kyle ...
“I'll tell him all about Mrs. Timberlake's cat and how she climbs up the curtains,” Corrie offered. Kyle looked entranced by that idea.
Before Farrah could even agree, Justin Timberlake was blaring at her down the phone. Farrah wasn't sure if she liked the thought of strange organisations ...
Who will triumph in an election fraught with passion, duplicity and unexpected revelations? A big novel about a small town, The Casual Vacancy is J.K. Rowling's first novel for adults. It is the work of a storyteller like no other.
La magia vera c'era stata. ... Se conoscete la canzone Timbaland, Nelly Furtado ft Justine Timberlake capirete la natura del ballo e che il seguito furono ...
Soudain la musique changea, passant sur Can't Stop the Feeling ! de Justin Timberlake. ... C'est la chanson du film Les Trolls, crut-elle bon de préciser.