Para comprender el matrimonio debe descubrirse la verdad del amor en que se basa; no basta cualquier sentimiento para amarse ni es suficiente cualquier relación para unirse. ¿Qué hace una institución en medio de una historia de amor? ¿Es posible que el amor sea proclamado en una ceremonia, que sea objeto de un contrato y que un papel lo certifique? ¿Acaso es un sistema legal lo más apropiado para organizar el amor? El autor trata de dar respuesta a estas preguntas a partir de la necesidad humana del amor y de la débil capacidad humana para amar, para concluir que el derecho opera donde tiene sentido que lo haga, es decir, allí donde las relaciones de justicia pueden vulnerarse. Esta escasa capacidad del ser humano para el amor adecuado tiene su paradigma histórico en la revolución sexual de la segunda mitad del siglo XX. Descubierta la posibilidad de vivir la sexualidad de un modo insospechado hasta entonces, se acusó al matrimonio de ser una institución que no sirve para organizar el amor. Desde entonces la institución matrimonial ha sufrido una profunda revisión con el propósito de ofrecer a las sociedades modernas algo mejor que una unión basada en una deuda de amor. El transcurso de dos generaciones desde aquella revolución sexual ha bastado para poner de relieve que el ensayo de lo que se llamó amor libre es un verdadero fracaso social. Si un mayor número de opciones sexuales no se traduce en un mayor índice de felicidad humana, significa que algo hay en el amor humano que reclama otra forma de entenderlo y otra forma de vivirlo. No es posible comprender el matrimonio si antes no se descubre la verdad sobre el amor en el que se basa. Ni basta cualquier sentimiento para amarse ni es suficiente cualquier relación para unirse. Entre personas capaces y libres, el modelo de unión natural viene determinado por el modelo apropiado de amor natural: aquel que responde a lo que es la persona, el amor auténtico. Comprender, vivir y proclamar la verdad del amor auténtico fue el deseo frustrado de la revolución sexual y es hoy uno de los más importantes retos culturales del siglo XXI.
After just a year or so, my father saw several lots for sale in the small village of Timberlake, Ohio, just thirty minutes from Cleveland.
“Barack Obama,” “Hillary Clinton,” “Britney Spears,” and “Justin Timberlake” found their places somewhat to the left of the really, really good “Teresa” and ...
... Gregory Pritchard, Robert Clarke and Donald Wester of philosophy; from the religion faculty, James Timberlake, Rowena Strickland, Dan Holcomb, ...
walked over the frost-brittled grass, my long skirt swishing it dryly. I'd come to weep below the willows, to let the sound of the stream carry my lament ...
Frost, Gavin, and Yvonne Frost. The Good Witch's Bible. 7th ed. ... Gordon, Lynn D., ed. Gender and Higher Education in the Progressive Era.
Kenneth S. Todd. Reasons. to. Obey. God. Let's discuss four reasons why we should obey God. The first two deal with how we personally deal with God.
God's word is clear about the importance of godly friendships. This edition shows men how valuable those friendships are to spiritual growth.
In 2011, Thom S. Rainer published some research project results in a volume ... projecting the top challenging issue they deal with in bicultural settings ...
" Based on Pearson's 48-hour Management Buckets Workshop Experience, Mastering the Management Buckets offers detailed implementation tools, including 99 practical takeaways that a leader could implement immediately, plus nine management ...
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